Introducción al mundo de las semillas.

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En esta entrada vamos a realizar un acercamiento a las semillas y su producción.

Primero vamos a ver porque son importantes las semillas autóctonas. La semilla autóctona es aquella que esta plantada en su habitad original, la zona de donde procede. Siempre debería fomentarse la plantación en los cultivos del máximo posible de especies autóctonas, ya que pertenecen a ese clima y a esa tierra. Aunque las semillas autóctonas ya se han exportado a muchos rincones del mundo, algunas siendo bastante conocidas,  tienen unas características que en otros lugares puede que no las tengan ya que sufren cambios y se crea una diversidad respecto a la planta primera,  ellas se les llaman variedades locales.

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Figura 1: Tabla extraída del libro «Como obtener tus propias semillas»

Las variedades locales tienen unos cambios que son útiles de estudiar. En el caso de que queramos el máximo rendimiento de nuestra huerta si nos encontramos con variedades locales debemos saber si nos benefician o no. Para su evaluación debemos observar sus fenotipos (características que se aprecian a simple vista) y su genotipo (características que no podemos ver directamente pero que puede ser transmitida a sus descendientes). Estas características si las observamos y sabemos que características poseen  pueden ser usadas como arma a nuestro favor ya que, por ejemplo, si observamos que una variedad es más resistente que las demás a los cambios bruscos de temperatura podremos plantarla cuando sepamos que el clima de esa época va a ser muy irregular.

Esto es uno de los ejemplos, la observación de las variedades locales, por los que no necesitamos variaciones genéticas no naturales (transgénicos, que ya veremos en próximas entradas).

La biodiversidad ahora es algo muy normal, se han exportado semillas y productos a todo el mundo, y ahora todas las personas somos capaces de plantar una fruta que hace siglos no estaba disponible para esa zona geográfica. La península ibérica es una zona rica en biodiversidad ya que muchos comerciantes de muchos lugares antiguamente pasaban por sus puertos y vendían sus semillas.

Actualmente han surgido algunos problemas que preocupan al agricultor ecológico, hay miedo de que las semillas acaben en manos de un monopolio comercial que solo busque su modificación para su explotación y que paralelo a esto no se pueda garantizar que se protegerán las variedades tradicionales.

La selección genética  de las plantas se puede hacer por nuestros medios, como se ha hecho de aquí atrás, solo fijándonos en que da la tierra. Si una tomatera da de forma ecológica y natural, tomates grandes, fuertes y con un sabor y condiciones perfectas lo más lógico es que siga plantando tomates fruto de esa planta, y también repetiré las condiciones que tuvo para salir así: utilizar la misma cantidad de compost, el mismo sistema de riego, la misma distribución  de las plantas, etc.

La creación por nuestra parte de semillas hibridas es algo contraproducente ya que solo aparecen y florecen una vez, lo que no nos conviene.

Las técnicas de reproducción más importantes de las plantas se basan en clonación o reproducción sexual.

La clonación aunque parezca algo complicado es la práctica que más se utiliza, la planta fruto de esta técnica sale otra con sus mismas características. La manera de proceder en la clonación es quitar de la planta una parte y plantarla en otro lado. De esta manera la parte, por ejemplo la rama de un árbol, crecerá y se convertirá en una planta independiente de la anterior, aunque las dos sean iguales. Se puede realizar por división de matas, bulbos, rizomas, estolones, acodos, estacas y  esquejes.

Por supuesto no todas las plantas participan de la clonación y las que si participan suelen tener maneras características de poder clonarse, por ejemplo hay plantas que se pueden clonar por la división de matas y no de bulbos.

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Figura 2: Imagen de una clonación por esqueje.

La reproducción sexual es mucho más complicada.  Por lo general las plantas abren sus flores con el polen que va siendo movido por pájaros, abejas  (su trabajo es crucial), viento, etc.  Hacia otras plantas que lo reciben.  Normalmente este movimiento se hace de las plantas con partes masculinas a otras con parte femenina. Aunque hay plantas que son de ambos sexos al mismo tiempo o en diferentes tiempos. Tras la polinización se crea la semilla, y lo que se debe hacer es la propagación de la semilla. Las semillas en las frutas femeninas busca ser comida y defecada, o esparcida a otro lado. También hay plantas con semillas voladoras. Esto son ejemplos de cómo se propagan.

Otra parte de la modificación de las plantas son los injertos. Esto es la extracción de “cambium”  de un árbol, que es la parte activa de un árbol que hay tras la corteza. Esta extracción debe estar en contacto con el “cambium” de otro árbol. Hay que hacerlo de tal manera que estén húmedos al contacto y que no pase el aire. Esto sirve para ayudar por ejemplo al sabor de los frutos, como es el caso de la naranja al que se le hacen injertos de limonero y de otros árboles frutales.Imagen

 Figura 3: Imagen de injerto sacada de google imágenes.

Bibliografía:

ROSELLO I OLTRA,  J. Como obtener tus propias semillas. Fertilidad de la tierra, 2003.

URDIALES CANO, A. Colección Permacultura 04 Siembra Poda Injerto. Vol. 4. Permacultura «Huerta Jungla».

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